La Ceremonia del Bautismo y el Champagne |

No se si existe una actividad como la náutica tan llena de mitos y leyendas, como asi también de supersticiones de todo tipo.

La ceremonia de estrellar una botella de Chanpagne sobre la proa de un barco, posee una tradición que proviene desde la antigüedad, ya que en lugares como Grecia, Roma o Egipto, se acostumbraba a realizar el lanzamiento de las naves desde las gradas de construcción al agua y su nombramiento con determinados rituales que por aquel entonces tenían una gran connotación religiosa.
Griegos y romanos se encomendaban a sus mitológicos dioses del mar, para ello adornaban sus cabezas con ramas de oliva y bebían vino, entras volcaban agua en el nuevo barco como símbolo de bendición, para el barco y sus tripulantes.
También luego otras religiones incluyeron sus creencias en los lanzamientos de barcos, como cristianos y judíos que utilizaban agua y vino para la bendición de las naves y para contar con la protección del dios, mientras que en otras civilizaciones, como en el Imperio Otomano, se hacían incluso sacrificios rituales de animales.
Los romanos asociaban el vino con la vida y por eso solían quebrar un ánfora de vino para que su contenido sirviese de alfombra en la primera zambullida de la nave.

La de estrellar una botella de vino en la proa de los barcos en el momento de su botadura ha evolucionad a lo largo de los años. En la actualidad todo fue mutando pero manteniendo ese espíritu de la antigüedad y el ánfora se sustituye por una botella de un licor o vino local que, pendiente de una cabo firme , una mano femenina suele estrellar sobre el nombre escrito en la amura del buque como forma de desearle suerte en sus navegaciones.

Las ofrendas con vino en tiempos de los romanos se hacían también con ocasión de los viajes lejanos de sus naves. Uno de los pocos barcos, que se sepa, que desafió la costumbre de una vida larga y saludable a cambio de una botella de vino fue el Titanic, que sencillamente izó una bandera roja en la popa y lanzó tres cohetes al aire en el momento de la botadura.

Para nosotros que tenemos embarcaciones de plástico nos basta con brindar y regar parte del preciado producto sobre la cubierta.