Toda historia referida a naufragios y accidentes navales lleva a la intriga, a las leyendas y llama la atención de muchos y las ciudades de Quequén y Necochea son
donde las historias de naufragios es rica y parece inagotable en anécdotas.
El Río de la Plata con su cantidad de naufragios parece ser el único lugar del país con estas historias. Pero cuando nos detenemos en las dos ciudades de Buenos Aires, Quequén y Necochea , vemos que en la zona la cantidad de naufragios que se produjeron el lugar, generan historias ricas de contar, aún hoy se observan restos de barcos que han finalizado sus días en el lugar y forman parte de las postales de la zona.
No por nada existe un faro importante en la zona que guía con seguridad a los navegantes.
Es más muchas poblaciones se han formado en los alrededores de esas tragedias y otras han tomado el nombre de los barcos encallados en las proximidades.
Los tripulantes de muchos de esos barcos han formado parte de las comunidades próximas al lugar de los sucesos.
La historia local registra el naufragio del velero El Filántropo como el primero registrado en las costas de Necochea. Para algunos historiadores, la pérdida de aquel legendario buque habría significado el origen del encuentro de algunos vecinos del extenso Partido de Necochea que tenían una misma idea fundar una ciudad.
Fue en abril del año 1873 cuando naufrago producto de una varadura en Punta Blanca 19 millas al sur oeste de la ciudad.
Dos años antes de la fundación, en el invierno de 1879 naufragó en Quequén el buque Misterio”. Hoy existen muy pocos datos sobre lo ocurrido aquel barco, excepto que el juez de Paz José Anasagasti solicitó autorización a la compañía aseguradora para rematarlo.
Luego de la fundación los naufragios continuaron. En 1883 estalló el Krakatoa, en 1890 se incendió, estalló y se hundió el velero Amelia Rondamini.
El 27 de abril de ese mismo año se hundió la goleta Ireten.
El 12 de noviembre de 1934 encalló el vapor griego Marionga J. Goulandris, este barco había cargado 6000 toneladas de cereal y a los pocos minutios de salir del puerto encallo y se perdió totalmente.nadie esperaba esta situación.
Otro barco hundido frente a la escollera del puerto fue el Chaco. Hasta situaciones donde en el mismo día naufragaron dos barcos que nada tenían que ver uno con el otro.
Era común sacarse fotografías en la escollera de Quequén con el buque de fondo.
Otro buque que encalló en nuestras costas fue el Tara”. Quedó al garete luego que una fuerte ráfaga de viento cortara sus amarras cuando se encontraba fondeado.
Pero no solo podemos hablar de barcos que han naufragado estan las historias de barcos que han roto amarras en el puerto y han salido a navegar solos u otros que llegan a puerto sin saber quien lo trajo.
Muchas y ricas son las historias de este puerto que vamos a ir contando en nustras historias semanales.
Si nos remitimos a barcos afectados a la segunda guerra mundial esta, hundido cerca de esas ciudades, aquel que tenía la famosa máquina ENIGMA que los alemanes usaban para transmitir sus mensajes. Ese será otro tema de nuestras historia.
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